Personalmente la considero la fiesta más importante del año. Desde la tarde del día 3 hasta la mañana del día 5 miles de personas saltan y bailan al son de la música de La Banda de Agaete hasta llegar al mar y mojar la ramita. Realmente esta idea, basada en la tradición aborigen de pedir lluvia, es una de las teorías acerca del origen de la fiesta, que si bien se ha dado por falsa, sigue siendo la que tiene más encanto... y bueno, con las mentiras que nos cuentan cada día, por qué no seguir creyéndome ésta taaaaan linda.
Bajada de La Rama, en Agaete
Desde que tengo uso de razón, es decir, el día en que conocí lo que era una fiesta, no dejé de celebrarla ni un año. El problema vino cuando empecé a pasar los veranos (inviernos, según hemisferio) en Argentina. No me quedó otra que traerme mi CD de La Banda, mi botella de Carta de Oro, buscar un par de buenas ramas y convencer a mis amigos de acá de la necesidad de festejarla. Es por eso que ya en Córdoba, en Salta y, ahora, en Buenos Aires se conoce y se baila La Rama.
Esta vez la celebración fue internacional, contando para ella, con gente de Perú, Venezuela y Argentina. Para empezar la noche les preparé un caldito de millo (mi madre estaría tan orgullosa), que, como decía un gran amigo mío, “te deja una peliculita de grasa en el estómago y luego...”.
Faltaron, eso sí, un par de botellines de Tropical, pero igual fue hermoso ver cómo mis amigos entendieron la idea y enloquecieron con el baile y la magia de esta fiesta tan especial (...y el ron de Momó!!).
Nota: el resto de vídeos está censurado.
Por supuesto, una noche como ésta extrañé a mi querido hermano Luifer, con quien desde hace muchos años, celebro este día como una especie de ritual, empezando por la cervecita en el bar de Juanfri en Gáldar hasta la llegada, en estado lamentable, al coche(**). Y también a Federico, mi cepillo de dientes, que todos los años, aunque yo no esté, sale a bailar la ramita... el muy jodío!
Por otra parte agradezco a toooooooooodos los amigos que, como cada año que no estoy allá, me llamaron para compartir conmigo la Diana, la Rama y la Retreta. Seguro que me olvido de alguno, pero lo voy a intentar igual.:
Elena (que el mes que viene se va a acordar mucho de mí), Andresín, Pepe Chago, Mon , Iván El Perreta (que hasta se me emocionó...chiquita chispa llevaría!!), Alessio, Alberto, Trujo, Villa, Meléndex, Hugo, Batu, Ale… (a medida que me echen la bronca, iré actualizando la lista).
Elena (que el mes que viene se va a acordar mucho de mí), Andresín, Pepe Chago, Mon , Iván El Perreta (que hasta se me emocionó...chiquita chispa llevaría!!), Alessio, Alberto, Trujo, Villa, Meléndex, Hugo, Batu, Ale… (a medida que me echen la bronca, iré actualizando la lista).
Realmente es el día que más duro se me hace estar acá por todo lo que para mí tiene de emotivo... muchas gracias por hacerme sentir de alguna forma con ustedes.
Y gracias a los amigos de acá (Luz, Lore, Kike y Eu... y Nelly y Tere, las dueñas del kiosco, sin duda alguna, colaboradoras incansables) por acompañarme... y por el rato espectacular que pasamos esa noche!!! ¡¡Hasta el año que viene!!
¡¡¡¡AGUA, AGÜITA, LA RAMA ESTÁ SEQUITA!!!!
(*) Ojos bañados en lágrimas cuando al abrir la caja, resultó que la botella de ron era un Arehucas añejo de 12 años. Una vez más, muchas gracias, Momó... y eso sí, basta ya de protagonismo en el blog... al menos hasta el próximo envío... o no, mejor no.
(**) Mucho hermano, mucho cariño... pero ni una llamadita, desgraciado!!!!
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