lunes, 14 de abril de 2008

Folklore Argentino (VI): Buenosaireslandia, una aventura interactiva.

Cómo jugar

Lo que viene a partir de ahora no es más que un juego interactivo. Hoy el protagonista vas a ser tú. Las reglas son muy sencillas. En Buenosaireslandia deberás ir eligiendo entre las distintas opciones al final de cada fase para crear tu propio camino hasta alcanzar la meta del juego y proclamarte ganador... o no...


Aunque pierde algo de ‘gusto’ también lo puedes leer todo seguido. Esto se lo enseñé yo a Cortázar. Sólo que él se pasó de vuelta y terminó haciendo un libro complicadísimo.




¡Mucha suerte!
(pa´l que lea el libro... especialmente...)



BUENOSAIRESLANDIA: Insert Coin


Te despiertas. Miras el reloj. Son las 5:52 a.m. El despertador estaba programado para las 8:00 a.m. No lo entiendes. Tu ojillo semicerrado recorre la habitación, comprobando que la iluminación es de un 110%. Sin embargo, recuerdas perfectamente que te acostaste apagando las luces y cerrando las puertas y ventanas. Incluso anoche pusiste un calcetín en el hueco de la cerradura.


Sucede que en Buenos Aires el día empieza antes que en ninguna otra parte del mundo. Yo no sé quién fue el atrevido que dijo que “el sol sale por el Este”. El sol nace claramente por La Boca ni más ni menos... ¿Quién lo iba a decir, verdad? Pero si observas minuciosamente un mapa, aunque es muy difícil descubrirlo, comprobarás que Buenos Aires está sobre un meridiano inmediatamente anterior a Sidney. No me preguntes por qué. Yo sólo te lo cuento.



Quieras o no, ya estás en pie para empezar una nueva jornada. Crees que será sencillo, pero la aventura no ha hecho más que comenzar.


Abres la persiana (ya te dije que toda esa luz era con la persiana cerrada...). Miras el cielo para ver cómo te vistes hoy. Hay una regla que se cumple a rajatabla en esta ciudad:

“La temperatura que hará una vez te hayas vestido y salido a la calle es directamente proporcional a la cantidad de prendas que te hayas puesto encima y, sobre todo, a su grosor y calidez.”


O lo que es lo mismo, para aquellos que odien las ciencias exactas:


- Si miraste por la ventana y el día se presentaba hermoso y despejado y los pájaros trinaban lindas canciones floreadas, vete a “Qué lindo día de verano”.


- Si miraste por la ventana y las nubes cubrían el cielo con amenaza de ola polar, vete a “No soporto este frío”.

1 comentario:

  1. Javi...eres super divertido, cada vez que leo algo de tus cosas, me haces explotar de la risa, siempre has sido así?. Debes ser super feliz, como me alegro de haberte conocido, transmites calidez y mucho cariño. Gracias, de verdad!.
    Besos gauchito.

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