lunes, 13 de agosto de 2007

Ya no sabe uno si reír...

Lo cierto es que si uno no se toma estas cosas en broma, puede llegar a desesperarse.
Dada mi situación en el país, tengo, como cualquier otro inmigrante que aspira a trabajar y ganarse la vida por estas tierras, que regularizar mi situación. Para ello aproveché el hecho de estar cursando un Máster en la UBA, lo que me permitiría acceder a la residencia temporaria como estudiante.

Una vez recopilada toda la documentación exigida, que les aseguro que no es poca, uno se dirige a Migraciones, hace otra de las ya célebres colas y, tras ser aceptados todos los papeles, le confirman que en el plazo de 40 días, le será otorgada la residencia. "Efectivamente, tal y como me aseguraron", a los 55 días tenía lista la aprobación.

Ahora, con la situación regularizada, debía dirigirme a otra oficina para pedir turno y poder obtener el DNI. Para la realización de este trámite me exigían estar en la dirección "tal" a la hora "cual". Pero, quésorpresatangrandenomelopuedonicreer, resultó que ni la dirección ni la hora eran correctas, porque "hay que ver, hay que ver. Pero qué despistadillos, que son estos chicos de Migraciones que no actualizaron la información". Sí, sí – pensé yo-. No hay gente más divertida que ellos.


De esta forma perdía mi primer día.


Vuelvo a pedir un día en la oficina, el jueves, para acercarme esta vez a la dirección "cual" a la hora "tal", encontrándome con una nueva sorpresa.

  • Ay, ay... fíjese, Señor, que hoy no va a poder ser, porque se cayó el sistema y no se puede hacer nada. Vuelva el miércoles de la semana que viene.

Pero ese sistema...¿¿¿¿DESDE DÓNDE CARAJO SE CAYÓ???? ¿¡¡No será mejor que lo pongan en el sótano!!? ¡¡¡Una semana para arreglarlo!!!


Más allá de lo "simpático" de todo esto, se esconde la triste realidad del que, para poder realizar toda la gestión, viviendo lejos del centro, tuvo que pedir un día en su trabajo primero y se encontró con que le habían dado mal los datos y tuvo que solicitar otro día y resulta que no lo puede solucionar, porque el sistema se lanzó en caída libre.


Yo, en pleno proceso de argentinización total, opté finalmente por la vía por la que acá se termina con todo este tipo de problemas: el amigo que te consigue saltarte toda la burocracia.


Así que muchas gracias a "ti"... ¡¡tú sabes quién eres!!

Javi, El Gaucho Canario


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