domingo, 2 de septiembre de 2007

¡Que los cumplas feliz!

Anoche, como ya les había anunciado por acá, se celebró el 40º Aniversario del conjunto Los Carabajal, en el Teatro Ópera.

Al principio tuve mis dudas acerca de mi asistencia, porque venía de estar una semana con todos ellos en La Banda y no sabía si ya iban a ser demasiados “carabajalitos”. Sin embargo, finalmente, pensé que, después de todo lo que ellos me habían dado, no podía faltar a una ocasión como ésta.

Ya son muchos años y muchos recitales y, si bien sigo disfrutando de ellos, sí es cierto que es más complicado sorprenderme... Y no por falta de calidad ni mucho menos, sino porque me imagino que hasta la mujer de Sting le desafinará la guitarrita de vez en cuando pa´ ver si se calla un ratito...

Sin embargo, en esta ocasión volví a sentir algo que tenía olvidado. El espectáculo fue realmente hermoso. Durante las 3 horas de recital estuvieron acompañados en el escenario por un grupo de bombistos y bailarines, que constantemente aparecían y desaparecían, a las órdenes de Juan Saavedra, que, a la vez, iba ejerciendo de maestro de ceremonias en este show.

Además, para esta ocasión tan especial, la banda se completó con un bandoneón y con el violín de algunos “invitados-sorpresa”, como Néstor Garnica y Peteco Carabajal. Tampoco quisieron faltar a la fiesta de cumpleaños artistas y amigos como Roxana, Mario Álvarez Quiroga, Facundo Toro, etc.

A lo largo de este recorrido por su historia fueron goteando canciones que me traían lindos recuerdos... temas que me hicieron regresar al primer disco que yo tuve de ellos, haciéndome volar hasta 4 años atrás, cuando, en mi primera noche en Buenos Aires, el 2 de Julio de 2.003, termino, por pura casualidad de la vida, sentado en una mesa con Peteco, cantando “La Estrella Azul”, la perla que le regaló a su hijo...

¿Dónde estará la estrella azul?
Ya no podré con mi dolor.
Y en otros cielos brillará
Esa estrellita del amor.

... o aquella vez que en el Plaza Vea, en Santiago del Estero, mi tío Musha (al que aún ni conocía), le regalaba “por encargo” una chacarera a “un chico de las Islas Canarias”.


Por todo esto... por los recuerdos imborrables... por las sensaciones indescriptibles... por los sueños cumplidos...

¡Gracias, Carabajal! Y que cumplas muchos más...

Javi, El Gaucho Canario


PD:
El vídeo es especialmente un regalo para mi querido amigo Ale, al que algUNA circunstancia de la vida, alejó, pero al que recuerdo siempre con esta canción... Te quiero, amigo...

...porque, aunque tú hubieras nacido en Nueva Zelanda y yo en Puerto Rico (al lado de Mogán), hoy estaríamos aquí!!

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