lunes, 1 de octubre de 2007

Abrazos Gratis en Buenos Aires

Quien más, quien menos conoce ya esta iniciativa que partió de un chico en Sidney. Parece ser, según cuentan, que encontrándose mal por la muerte de su madre, agarró un cartel y salió a la calle a pedir “Free Hugs. Luego de esto, un músico que lo conoció, le quiso componer una canción y dedicarle un videoclip para que viera lo que él había hecho por la gente. Ese vídeo fue el que, gracias a Youtube, generó todo un movimiento a nivel mundial... distintas ciudades del planeta acogieron esta hermosa iniciativa ... ¡hasta en Las Palmas de Gran Canaria!

Desde hace unos meses, mis amigos Luz María y Eulogio (que
como habrán visto, ¡están en todas!) tomaron el relevo y ahora también yo me uní a esta idea. Tal es así que estamos yendo cada domingo al Barrio de San Telmo y algún que otro día a la Calle Florida.

Ya sé, ya sé... En este preciso instante mi madre, con una abertura de las fosas nasales de un 145%, se pregunta, sin entender nada, qué hizo ella para que su hijo ingeniero se fuera a Argentina a dar abracitos... mientras, mi padre, que tampoco entiende mucho, se "caga de risa", porque, por suerte, “El Bentayga” sigue estando donde siempre.

Sin embargo, sólo haciéndolo es capaz uno de entender lo que se siente con esta locura de los abrazos. Es realmente increíble cómo se transmite la energía... cómo se genera buena onda...

Por supuesto hay gente para todo. Hay quienes simplemente lo ven como algo “turístico” y te miran entre extrañados y divertidos con la intención de sacarse una foto para su álbum de viaje. Luego están los que se prenden, porque “les parece una idea muy linda”. Estos normalmente ya vienen “de buen rollito” y comparten su sonrisa contigo. Pero los que más te llenan el alma son aquellos que se te acercan... te abrazan fuerte... y, con una emotiva sinceridad, te agradecen y te dicen que “no sabes cómo lo necesitaba”.

Este último domingo, sin ir más lejos, se me acercó una chica peruana que vende artesanías en San Telmo, diciéndome que lo necesitaba mucho, porque esta semana andaba mal de salud. Fue uno de esos abrazos “especiales”. Ahora no dejo de pensar en que llegue el domingo que viene para verla y comprobar que está mejor, como ella misma me aseguró que ocurriría. Ojalá sea así.

Se nota una diferencia muy grande entre dar abrazos en San Telmo y Florida. Para los que no conocen, mientras que San Telmo los domingos es un punto clave del circuito turístico bonaerense, Florida, especialmente entre semana, se convierte en el centro neurálgico de la actividad empresarial.

Los estereotipos que acuden a cada uno de los lugares son, por tanto, marcadamente diferentes. Mientras que en San Telmo la gente es principalmente de fuera de la capital, ya sean extranjeros o del interior del país, a Florida acude, fundamentalmente, el empresario víctima de la carrera incesante de las agujas de su reloj... con su pensamiento perdido en el infinito... y su mirada, una infinita pérdida.




Esto hace que dar un abrazo en este último lugar pueda ser una tarea realmente complicada. En cambio, en San Telmo siempre aparece algún alegre brasileño que rompe el hielo. A veces uno se pregunta si no deberíamos prohibirle a estos los abrazos, porque ya vienen cargados con un “injusto” exceso de alegría. Es realmente envidiable.

Pêro obvio que no todo es “fantasía, luz y color”. Muchas veces nos entristece comprobar que mucha gente se protege por si le vamos a robar. En el fondo no nos queda otra que entenderlos.
Y, por supuesto, no faltan los hostiles, esos que atacan con un “yo no te abrazo ni aunque me pagues(lamento reconocer que, casi siempre, son porteños)... los “des-cariñados”, como una señora que me evitó alegando que “ya di tantos abrazos en la vida, que no quiero más(qué pena, ¿verdad?)... los desconfiados, que te preguntan a qué asociación, religión, partido político, etc. perteneces o cuánto les va a costar... Aunque parezca extraño, esta iniciativa es totalmente particular... un par de amigos locos que queremos cambiar tristezas y soledades, al menos por un día...
Algunos incluso nos pretenden regalar alguna moneda, sin percatarse de que, con sus millones de sonrisas, ya nos están haciendo inmensamente ricos.

Y mientras esto siga siendo así, seguiremos acudiendo puntualmente a “nuestra cita”... Y si te gusta la idea, no dejes de hacerlo en tu ciudad... sólo tienes que fabricar tu cartel y salir a la calle... Sigue tratándose únicamente de "Ayudar por ayudar"...

Yo voy a esperar al próximo domingo para ver si conseguí cambiarle la salud a mi peruana...

... y seguiré esperando también cada día por un abrazo especial que alguien me debe...




Javi, El Gaucho Canario


PD: ¡Efectivamente! ¡El de la última foto es Juanma, un amigo de las Islas Canarias! Es increíble, pero dando abrazos me lo encontré en San Telmo cuando le "metía mano" a su novia y él sacaba una foto... ¡Ni hecho a propósito!

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